El acabado superficial
sigue la línea de los últimos productos de la serie G. Superficie de grabado
muy fino y brillo satinado, color negro un tanto intenso e imagen de calidad
pero quizás menos sufrido que le compañero de prueba el Tokina 12-24/4.
Los anillos de Zoom y MF está invertidos en su posición según
la usanza tradicional y tienen unas medidas muy racionales tanto en anchura
como en grabado y profundidad con un accionamiento un tanto duro, el del
zoom no llegando a la suavidad de los L de Canon.
El enfoque es rapidísimo y no se oye NADA, el más silencioso
del lote. Aún en situaciones de luz escasa tanto la máquina como el objetivo
van muy, muy rápidos. de pecar peca la D200 necesitando la ayuda de la
lámpara auxiliar.
Y poco hay que añadir más, solamente que no me gusta ver
desaparecer el anillo de diafragmas, entre otras cosas porque solo se puede
emplear con cámaras Nikon y además si hay una avería en la máquina en el
diafragmado es imposible el realizar este de forma manual. El argumento de
Nikon según el cual es para poder diafragmar 1/3 de EV pues lo encuentro un
tanto de excusa pues a nivel mecánico serian compatibles ambas cosas tal y
como lo hacen en la serie D.
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