Hay
situaciones de iluminación que a veces es mejor dejarlas pasar por
su dureza. En otras menos duras nos podemos encontrar con pérdidas
de contraste y/o una mala compensación entre luces y sombras.
La pérdida de contraste con luz oblicua y/o dura con un
nivel
normal de humedad se debe en gran medida
a la deficiencia de los revestimientos del elemento frontal.
Para comprobar su efectividad se realiza una fotografía de espaldas
al sol, otra a cubierto y otra con un ángulo de 45º de inclinación
respecto al eje frontal del sol. Todas con el parasol puesto. Se comparan ambas y se revisa si hay una pérdida significativa
de contraste. Además se comprueba la efectividad del parasol contra
los reflejos internos en diferentes ángulos de incidencia.
En situaciones de alto contraste lumínico también se prueba la proyección más o menos
homogénea del objetivo. En las focales angulares, además de poder
padecer viñeteo, que es muy apreciable, también se produce a veces una
mala homogeneidad de iluminación, es decir la zona central aparece
sobreexpuesta y al revés dando lugar a una pérdida de contraste en
la misma.
El histograma lo podemos ver bien pero la fotografía la veremos con
baja nitidez y una iluminación algo dura.
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